"Tardé milesimas de segundos en darme cuenta lo que realmente había sucedido, y para entonces, la sangre ya era hiel". - Dije riendo atípicamente, mientras una lagrima recorria cada sector de mis labios. No busque explicación alguna, sabía que era imposible encontrarla. Entre llantos y dolores la verdad se presenta sola. Decidí no hacer otro movimiento que el de levantar mi cabeza hacia el cielo (Que por cierto, estaba estrellado), y preguntarme una y otra vez el porque de éste problema. ¿Qué pasaría si la rutina diaria acabara con tu paciencia? ¿Comenzarias a ver el mundo de otra forma?. Y si te presentara la posibilidad de cambiar éste a tu voluntad ¿Lo harías?. Espero que les guste.