Durante el rodaje de la segunda película, Dylan es consciente de que está experimentando una cantidad de cambios respecto a su amigo y compañero. A pesar de saber que se trata de ficción, el momento del rodaje en el que se encuentran y la obtención del tercer guión provocan que esos cambios crezcan cada vez más sin control aparente llegando a cuestionarse la realidad debido a la ficción que viven día a día. Thomas, sin embargo, ha llegado por fin para controlar que no se le vaya de las manos el trabajo y no caiga enfermo por lo que, en secreto, como siempre ha hecho, se da cuenta de los cambios que el muchacho va experimentando, aunque no sabe a qué atribuirlos, hasta que finalmente explota.