Adiós universidad, adiós amigos, adiós casa, adiós padres.
Independizarse es mucho más difícil de lo que leí en el libro de la biblioteca, es dejar todos tus antiguos sueños por otros nuevos.
Mi carrera universitaria ha terminado hace algunas semanas y estoy atorada en continuar con la maestría en pediatría, o ejercer mi carrera en un pequeño hospital de Cary, carolina del norte.
Mi madre prefiere que continúe con la maestría pero sé que por ahora no puedo permitirme el lujo de tomar esa decisión, sé que ella y mucho menos yo tenemos el dinero para pagar mi próxima etapa escolar. Pero realmente quiero especializarme en niños, ese es uno de los sueños que tengo que abandonar, por lo menos por ahora.
Si voy a Cary en carolina del norte tendré un sueldo fijo, y mi hermana mayor vive ahí, pero es muy comentado que ese hospital es para reos que tienen cerios problemas de salud, y no me asusta el hecho de que alguno pueda hacerme daño, lo que no me gusta es que no voy a hacer lo que amo, voy a tener que dejar a un lado a los niños y dedicarme a maleantes, asesinos y rateros.
Está bien, después de todo solo será un año.