―¿Todavía estás enamorado de ella?― Inquirió con suspicacia. Varios meses habían pasado desde ese entonces pero no le podía reprochar nada a través de la cámara de celular. Él se restregó los ojos, bajo sus anteojos de marco oscuro, con cansancio para luego esbozar una sonrisa triste. ―¿Se nota mucho?― Murmuró con la voz teñida de pena. Tras esas palabras la pantalla del muchacho se apagó, dando por finalizada la llamada de Skype. "Lo siento, ya sabes como funciona mi conexión a Internet. ¿Hablamos mañana?" Escribió como excusa mientras un sollozo se escapaba de sus labios. "Seguro. No te preocupes, Aly."