Ella no creía en el amor...
El jugaba a enamorarse...
Ella era una inocente mientras que el era un rebelde.
¿Que el amor a primera vista no existe?
Ella demostró lo contrario...
Ella no era la chica que él soñó.
Él no era el chico que ella imaginó para ella.
Ninguno de los dos era un ejemplo a seguir, pero por alguna razón del destino se volvieron indispensables uno para el otro.