En medio del más caluroso verano que haya padecido Nueva York en los últimos ochenta años, un asesino serial tiene aterrorizada a la ciudad. Se trata de un homicida frío y calculador, que deja en la escena del crimen una “tarjeta de visita” enigmática y perturbadora: una cinta impresa con el logotipo “I Love New York” con el corazón volteado hacia abajo, que aparece insertada en la boca de cada una de sus víctimas. Pero la historia va más allá: el mismo día en que va a perpetrar su próximo asesinato, y en un claro y audaz desafío a las autoridades, el criminal envía a John Brannagan, Teniente de Homicidios del Departamento de Policía de Nueva York, un correo electrónico que contiene un acertijo, que el detective debe resolver antes de las nueve de la noche, si quiere impedir que muera otra persona. Las víctimas son seleccionadas al azar, lo que hace que cada uno de los habitantes de la Gran Manzana tema por su vida.
Presionado por sus superiores, por los medios de comunicación y por el alcalde de Nueva York, que desea ser reelecto para un tercer período, el teniente de Homicidios se ve obligado a organizar un grupo de trabajo dedicado exclusivamente a atrapar al criminal. En medio de una desesperada carrera contra el tiempo, la tarea resulta casi una misión imposible, pues a pesar de que el asesino ataca en lugares públicos repletos de gente, nadie ha podido dar una descripción física del individuo. Además, el criminal se ha encargado de no dejar rastros ni evidencias físicas o forenses que permitan su identificación y captura. Para empeorar las cosas, en un siniestro juego del gato y el ratón, los acertijos lucen cada vez más difíciles de resolver, el tiempo entre un asesinato y el siguiente se acorta y la ola de homicidios parece imparable...
Rebecca Armstrong no concede deseos. Cobra deudas y esta aquí para reclamarme.
Todo lo que quería era recuperar a mi hermanito de la mujer que se lo robó .
Mi familia esta en deuda con Becky, una mujer a la cual odian, y me repudian cuando los ojos del diablo se desvían hacia mi. Ahora no hay nada ni nadie que me proteja de la mujer cruel que dirige esta ciudad desde las sombras.
Pero Becky no me va a arrastrar por el pelo todavía. Ella me va a atormentar primero.
Becky exige que juegue sus retorcidos juegos. Ella piensa que me desmoronaré para su diversión, pero llevo un secreto que es mas grande que nosotros dos. Un secreto que ahora esta en manos de la peor mujer posible.
Todo lo que anhela soy yo. Todo lo que exige es todo. Becky me dará todo lo que siempre eh querido; todo lo que tengo que decir es "deseo que"...
Pero un deseo es una maldición cuando lo concede el mismísimo diablo.
Becky G!p