En silencio

No necesitaban contárselo a nadie, no necesitaban dar explicaciones y por supuesto no necesitaban un nombre. Él lo tenía todo salvo lo que ella escondía en su interior, a ella le sobraban sombras y le faltaba el brillo misterioso de sus pupilas. Y en cuanto fueron capaces de derribar la primera muralla, todas las demás se vinieron abajo envueltas en el efecto mariposa que sus pestañeos provocaban.

Scarlett había cruzado medio mundo en busca de cumplir un sueño, su trabajo ideal, y aquella oferta le había brindado la oportunidad perfecta. A Nero cada vez le cuesta más cargar con su guitarra, los gritos histéricos de las fans empiezan a clavársele en los tímpanos como chirridos metálicos insoportables, necesita un descanso, necesita un respiro. Entonces los caminos se cruzan, las palabras se intercambian, y se convierten en un torbellino que lo pone todo del revés, tanto dentro como fuera de la piel.

Esta no es la historia de amor que se compra y se vende, no es el cuento de la princesa desvalida y el príncipe encantador. Este es el amor que subyace al día a día y a las noches de insomnio, el amor que se fragua en el más estricto de los silencios.