Las noches en vela ya no son palpables, pasan desapercibidas, como un ciclo en el que yo solo estoy ahí estático, solo. Esperando por algo que se que jamás volverá. Pienso que si estuviera muerto resultaría lo mismo. Lo único que me mantiene con vida, es la carta, la leo todas las mañanas y las noches. Trato de entender que fue lo que paso, solo quiero respuestas. "Una pequeña ave rojiza paso sobre nuestras cabezas, no era como los cuervos, negros y expectantes, no combinaba con el prado lúgubre, ni contigo ni conmigo, se trataba de una criatura bella...inocente. Te mire, estabas viéndola al vuelo, una pequeña sonrisa se asomo en las comisuras de tus labios, sentí el vértigo, te adoraba encarecidamente. Tu eras el ave" -S.