Charlotte Miller y Louis Tomlinson se tenían muchas ganas, sin embargo no de exactamente lo mismo. Louis trataba de controlarse con ella, ya que no quería meterla en toda su mierda. Pero ella cada día lo deseaba más, y aun que no supiera donde se metía, el señor Tomlinson lucía tan sensual.... Tanto deseo erótico hacia la señorita Miller no podía ser sano para Tomlinson, así que la noche de 17 de marzo mandó a la mierda todos sus motivos para no hacerla suya. Miller no sabía donde se metía aún, pero... todas las cosas tienen sus partes buenas, menos un golpe... que tiene una parte tremendamente mala y otra tremendamente... sensual. Porque "entre el dolor y el placer hay solo una delgada línia"