Mych tiene una vida bastante buena. Amigos, buena posición económica, buenas notas escolares, familia en la que no falta cariño, todo, excepto...eso a lo que todos llamaban "amor" y cuando lo descubre, sabe que es un amor prohibido tanto social como moralmente. Y sobretodo, un amor tan devastador y tormentoso como los mismos remolinos, pero tan fructífero y hermoso como sólo el amor sabe ser.