Fuimos criadas en un laboratorio sin saberlo; crecimos felices entre tubos de ensayo, cápsulas de petri y microscopios desconociendo lo que allí ocurría, no sabíamos que hacía nuestro padre ni la razón por la que estaba allí, veíamos vestigios que ahora nos parecen demasiado obvios para haber pasado desapercibidos; pero fue después de haber cumplido los trece años -la edad de los cambios para muchos- todo lo normal de nuestras vidas se fue al caño: ya no éramos simples e indefensas hermanas, nuestros cuerpos habían mutado de una manera increíble dándonos mas fuerza, mas velocidad, mas inteligencia; en resumen nos convertimos en las típicas super-heroínas de cómic. Teníamos un objetivo claro: acabar con los prototipos de nosotras, los originales. Los fallos. La representación del mal. Portada realizada por fanpelisAll Rights Reserved
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