Pasaba de media noche, apenas lograba sentir la presión que ejercía sobre sus muñecas las fuertes cadenas que la mantenían presa de esa silla, le dolían de sobre manera las piernas y su garganta emitía los últimos gritos de auxilio con la única esperanza de huir, las mismas ataduras que la mantenían presa de ese cuarto, de su enemigo, de Scott Smith, de Scott. - Esto no es normal Smith, te exijo que me sueltes - se quejaba una y otra vez Lara mientras forcejeaba contra las cadenas. - No Bravo, has sido una gata muy mala, necesitas un castigo - dijo Scott desde atrás mientras jalaba fuertemente del cabello de Lara haciendo que a la fuerza reclinara su cuello hacia atrás para poder devorarlo a mordiscos- mereces un castigo ejemplar por tu Mala Conducta.