Dolía, mirarlo dolía... como si un millón de alfileres pequeños se incrustaran al mismo tiempo en el que mi mirada se clavaba en su silueta, mientras miles d e mariposas bailaban break dance a un ritmo horroroso y descoordinado haciendo que pierda el control: Un completo desastre, pero qué se le va a hacer, el amor siempre termina siendo un desastre.