Muchas veces, no nos hemos parado a pensar como sería nuestra vida si de repente tendríamos que cambiar de destino, abandonar la ciudad donde pertenecemos, de tal manera que sólo nos queden los recuerdos que alguna vez vivimos, empezar una nueva historia en un nuevo lugar desconocido pero al mismo tiempo conocido que días atrás no sabías que ibas a terminar tan lejos de donde creciste.
A veces, tienes que enfrentarte al destino y no mirar atrás, recrear las cosas, los recuerdos, las amistades, todo lo que te rodea y seguir adelante.
No todo en la vida es como queremos que sea y no siempre podemos tenerlo todo. Las cosas que nunca esperaste que pasen, pasan y no todo son cosas malas. En verdad en esta ciudad estoy mejor que nunca, mi vida cambió más de lo qué pensé.
Unos de mis grandes problemas que provocó el hecho de mudarme en esta ciudad con mi madre, es un sentimiento llamado confusión. Cuando pensé que había encontrado el chico perfecto para mí, de repente otro chico que es todo lo opuesto de lo que había soñado, se mete en mi cabeza todos los días, quiero ignorarlo y centrarme en el chico que verdaderamente hace que sonría por cada palabra que diga. Sin embargo, me gustan los dos, amo a los dos, siento diferentes sentimientos hacia ellos que me gustaría juntarlos para que formasen la misma persona y solucionar de una vez por todas todo ese caos que tengo en mi cabeza.