El guiño de la muerte

—Hola, Alfred. Ve al grano —dije cortante.
—De acuerdo, ¿qué quieres hacer?
—¿Sobre qué?
—¿Quieres continuar con tu vida normal?
—Y eso tendrá sus condiciones, ¿no es así?
—Por supuesto. Tanto Chase como yo y todas las personas relacionadas con esto que tú conoces deberán desaparecer de tu vida. A cambio, tendrás protección y no tendrás porqué volver a saber nada de este mundo.
—¿Y la otra opción?
—Seguir como estas semanas atrás.
—¿Condiciones?
—Venir aquí cada fin de semana o siempre que no tengas clase y llevar esto siempre en el bolso —dijo sonriendo de medio lado y poniendo una pistola sobre la mesa.
—Acepto.