A mi no me vengan a hablar de que sigo siendo inmadura, que he vivido no es nada, que eso todos a mi edad lo viven.
Por favor, yo conozco de pies a cabeza la bulimia, sé lo que es hundirse en la depresión y andar con una racha de anorexia, yo sé lo que es sufrir el rechazo de todos a tu al rededor, de estar con tanta gente y sentirse sola, yo sé lo que es no aguantar mas y mancharte la piel con cortadas tan profundas que lo único que sale de esas pequeñas aberturas ya no es sangre, sino sueños rotos, promesas incumplidas, corazones estrellados y uno que otro mundo desmoronado, yo sé lo que es no sentir nada, yo se lo que es estar harta de todo y no querer mas que desaparecer, yo se lo que pararse a la deriva de un auto que va a más de 60 km por hora, y no quitarse por nada.
En la cima de la montaña, el aire es más frío y el silencio más ensordecedor. No es solo la nieve la que cae en el descenso, también lo hacen las certezas y los miedos. En el mundo del snowboard, cada salto es un riesgo y cada curva puede cambiarlo todo.
Sue Harper ha pasado su vida deslizándose entre expectativas y sueños, buscando algo más que aplausos: la certeza de que su lugar en la cima le pertenece. Pero cuando la línea entre la ambición y los sentimientos se vuelve borrosa, el verdadero desafío no está en la pista, sino en mantener el control cuando el corazón quiere lo contrario.
En un espacio donde la lealtad, la rivalidad y la libertad chocan como avalanchas, aprender a confiar puede ser más peligroso que cualquier caída. Porque el hielo guarda secretos, y a veces, lo más difícil no es llegar arriba... sino no perderse en el camino.