Una llamada telefónica rompe el silencio de una habitación... Dusty, sorprendida, decide no contestar, pero al final puede más la curiosidad: un chico le confiesa que se está muriendo y que necesita hablar con alguien. Dusty no sabe qué hacer, pero se deja llevar por el juego: las preguntas irán derivando en extrañas respuestas, y es que su confidente sabe demasiadas cosas sobre la vida de la joven y, lo que es más inquietante, sobre la misteriosa desaparición de Josh, su hermano. Si quiere desvelar la verdad, Dusty deberá dar con el paradero del chico... pero ¿Cómo encontrar a alguien si no sabes quién es ni dónde está?