"¡Mamá! Estoy demasiado flaco, los pantalones no me quedan..." Harry siempre se quejaba de que era demasiado flaco, nunca lograba que nada le quedará bien al cuerpo. "Recuerda, meter panza, sacar pecho y sacar trasero..." Repetía mentalmente Louis mientras observaba una pequeña panza asomarse por encima de la camisa. Ambos chicos no estaban contentos con su cuerpo, así que sus madres decidieron apuntarlos a un grupo de adolescentes para que se aconsejaran entre ellos con ayuda de un nutrisionista. "Louis, no eres sexy... No lo intentes" murmuraba Harry, mientras su compañero le guiñaba un ojo.
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