El verdadero final de nuestro cuento de hadas

¿Cuentos de hadas? Esos sobran. Ya todo el mundo está cansado de oír las mismas historias. De escuchar hablar sobre el mismo guapo y encantador príncipe que siempre, -siempre- salva a la damisela en apuros, se enamoran a primera vista, y, para el final de la tarde, ya están contrayendo matrimonio.
Por favor, como si eso sucediera en la vida real.
Encontrar el amor -el verdadero amor- es como tratar de encontrar vida en Marte, -y ya sabemos cómo ha resultado eso-. Puede que exista, pero eso no significa que aparezca o se muestre fácilmente. Entonces, ¿Por qué rayos tendría que ser ésta otra típica historia en la que los personajes se enamoran perdidamente en uno del otro sin siquiera haberse dirigido la palabra?
¿Dónde está la realidad en eso?
Por esta razón, esto será diferente. Será real.
Esta es mi historia. Es la historia de mi amiga, la de mi madre y mi abuela, la de mi vecina y aquella chica que conocí en internet. Es la historia de todas las chicas que alguna vez conocí, las que aún no he conocido y todas aquellas que nunca conoceré. Es el relato de nuestros cuentos de hadas.
Con el verdadero final incluido.