Sin poder obtener aquello que deseo, percibo el aroma a victoria Esa sensación que realza la belleza mas indescriptible en pensamientos de pura gloria La racionalidad de mis palabras y el aullido de tu hipocresía No es más que ceniza de noche y polvo de día No sé, puede que escuches lentamente aquellos pasos de hadas Los que mantenían el ritmo de suficientes mentiras descuidadas Dirás: ¡Nunca es tarde para aprender de sabios! Yo digo: Nunca está de más observar la realidad proyectada de mis labios Ahí es cuando te percatas de que nada va sobre ruedas girando en torbellinos de agua con fuego Aquí es cuando te reprimes de que todo viene bajo cuerdas bajando en tormentas de ira con ego