Cristina, desde que empezó su primer año de instituto, no fue la chica más popular de todas, sino todo lo contrario, "una empollona", como la llamaban sus compañeros; pero la verdad, eso nunca la perjudicó, al contrario, la ayudó a ser como es y a volverse cada vez más fuerte. Pero se acerca el primer año de universidad, ella tendrá un nuevo comienzo, conseguirá nuevas amistades, conocerá nueva gente, y sobre todo, llegará el amor a su vida, en forma de un chico llamado Lucas, con el que jugará y colisionará, en aquel juego que todos llaman amor.
Una traición hizo que Tamara Ferrer tuviera que reconstruir su vida al lado de su madre, lo que las hizo mudarse a Amston, una ciudad que guarda viejos y nuevos amigos.
Mara tendrá que adaptarse a la universidad, conocer a más personas, salir de su burbuja que ha construido con arte y videojuegos y tal vez en el proceso llegue a enamorarse.
Un malentendido logrará que la chica que la atrajo con sola verla se convierta en un problema. Mara estará en un constante debate en si podrá llevarse bien con Abigaíl Rossi, en especial cuando empezaran a compartir su círculo de amigos.
Ella sabe que con Abby sólo podrán ser amigas, porque ella tiene novio, pero tal vez él no la conoce como él cree.