Sabía que algún día me tocaría, y al fin me tocó. Esperé mucho tiempo esto. Nunca pensé que sería tan difícil. A veces lo que soñamos no es tan fácil como parece. Lo que siempre quise está en la palma de mis manos. Ser una enviada no es nada fácil, lo había escuchado, pero ahora lo entiendo. Todos tenemos un Enviado, sólo hay que saber encontrarlo.