Los ángeles caen del cielo. Dios los ha expulsado del paraíso, porque no se han decidido por él. En su infinito egoísmo, solo es su persona a la cual los ángeles pueden amar. Y el amor de Lucifer está prohibido, aún cuando le han enseñado que lo único que debe hacer es amar. Antes de perder ese amor, el hijo caído de Dios, prefiere ir al infierno.