Jack Frost conocía su destino, y era al lado de la Reina de Arendelle, Elsa. Y sabía más que nada que no había otra a quién amar.
Jack lo tenía todo.
Pero pronto descubre la pérdida de lo que creía haber tenido, tal vez irreparablemente. Elsa ya no es quien era, ni recuerda parte de su pasado. Como si hubiese sido borrada su alma, es sustituida por un ser frío y sobretodo malvado, sedienta de destrucción y un parámetro desmedido de lo que está bien o mal. Elsa se transforma en lo que más temió, pero que estaba sellado en su destino. Y a su vez, en la pesadilla de Jack.
Él deberá decidir si el amor que sentía por la antigua Elsa quien parece haber desaparecido para siempre, vale la pena como para sacrificarse e intentar traerla de regreso o dejarse destruir por la nueva en el intento. ¿Se dejará llevar al lado oscuro o renunciará a ella antes de que sea tarde?
¿Qué tan delgada es la línea entre el bien y el mal?
Pero más importante...
¿Cómo destruyes a un monstruo sin convertirte en uno?
Han pasado cerca de 7 años después de que ambos miembros de la realeza se vieran por última vez debido a sus deberes reales y prometieron volver a encontrarse, pero.... ¿Será como lo habían planeado?