"Le di vuelta a la llave y entré, observé el lugar... Tan vacío, tan solo sin él. Vi los libros que estaban en la repisa detrás del mostrador, llenos de polvo, pero a la vez tan llenos de vida. Nadie los había tocado desde la muerte de la persona más maravillosa, la persona a la que más había amado, y amaré, Mateo..."