"Nunca una mirada me había hecho sentir de ese modo. Nunca me había sentido morir tan rápido ante un par de ojos. Una mirada que asesina. Las hay, créanme. Nunca me vi tan vulnerable. Nunca me vi tan débil. Quería romper a llorar. Quería gritar. Quería golpear las paredes hasta que las paredes sangraran con la sangre de mis manos. Quería escapar. Quería no sentirme así, no sentirme vulnerable. Pero no quería que ese par de ojos dejara de mirarme".