PEDRO HENRIQUEZ UREÑA Los Cuentos De La Nana Lupe Hubo una vez un escritor dominicano que dedicó su obra a Nuestra América y amó y respetó a José Martín y a todo lo bueno y justo de nuestra historia. Se llamaba Pedro Henríquez Ureña, vivió en varios países de América: en la Argentina, México y también en Cuba, a la que lo unían lazos de hermandad y afecto. Por eso muchas patrias americanas lo reclaman como hijo adoptivo y especialmente como gran hijo de América. Su obra sabia y justa es respetada por todos y aún hoy nos enseña a acercarnos a lo más genuino de la cultura de nuestros países. Dentro de ella hizo un lugar para los niños. Entonces escribió estos cuentos que ahora tendrán los pequeños lectores cubanos. Los cuentos de la Nana Lupe los escribió Henríquez Ureña hace muchísimos años, más de 60, cuando vivía en México y trabajaba en el desarrollo de la cultura y la educación de ese país. Han pasado mucho tiempo y muchas cosas desde entonces, pero estamos seguros de que todavía estas narraciones gustarán a los pioneros cubanos. Allí hablan los animales, los duendes y los 5 hombres de caramelo en un hermoso mundo de fantasía. En todos los cuentos se aprende algo: un consejo hermoso por aquí una nueva planta por allá, los nombres y los tipos de algunos animales por otra parte, y sobre todo el ansia de armonía y paz que representa la ciudad de Jauja. No nos demoremos más, entremos a Jauja tomados de la mano de Nachito y Mariquita, esos traviesos niños mexicanos; porque el duende Don Yo de Córdoba nos espera impaciente. Apretemos muy fuerte los anillitos de ópalo, cerremos los ojos, y adelante.
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