Yo me había empeñado en no caer, pero entonces cuanto más decidida estaba a no hacerlo, llegabas tú y deshacías todos mis planes. Esa mirada que tanto me hipnotizaba, esos ojos azules que conseguían mirarme de esa forma tan irresistible, esos labios carnosos y rosas que ansiaban morderme cada minuto de cada hora, ese cabello castaño que tanto me gustaba revolver. Esa manera de reírte achinando los ojos y mirando hacia arriba con la boca abierta que te daban un toque adorable. Ese olor que se había impregnado en mí las veinticuatro horas del día, se había convertido en mi aroma favorito. Incluso me gustaba tu pequeña timidez que tenías de vez en cuando. Me encantaba hasta la manía que tenías de hacerme explicarte el porqué de las cosas bonitas que te decía, porque tu sabías que me moría de vergüenza explicándotelo. O esa manera tan extraña y graciosa que tenía de guiñarme el ojo... Todo tú me encantabas, estabas tan hecho para mí... Pero tuviste que estropearlo todo con tus mentiras. Yo pensaba que me valorabas y me querías tanto como yo a ti, pero al parecer eso también eran mentiras. Habías conseguido que me enganchara tanto a ti que para olvidarte no te podía ni ver. Tenía que seguir mi camino, pero tu silueta se podía en medio y evitaba que diera un paso hacia delante más. Tú sabías perfectamente que eras mi debilidad. Decías que lo sentías pero ya no me lo creía, para eso harían falta hechos. Te quería, Lukas, te quería.
1 part