El furioso viento se escurría entre las copas de los árboles haciendo que las sombras de estos se vean aun mas tenebrosas, una de esas bravas brisas azoto mi ventana con fuerza provocando que se abriera. Me acerque a cerrarla pero algo llamo mi atención en la casa de enfrente, cuya ventana de la habitación principal daba con la mía. Allí, con la ventana abierta de par en par, había un chico. Un adolescente, más o menos de mi edad, tenía el cabello corto y dorado haciendo juego con sus ojos color miel... esos ojos que estaban clavados precisamente en los míos. Tenía una mirada tan penetrante y me miraba tan fijamente que me hizo sentir escalofríos... ¿Quieres saber cómo continua? entonces pasa a leer esta increíble historia 😊