Cooper Process (Entre dos mundos, libro 1)
A veces, el amor llega de las formas más inesperadas a nuestras vidas. No podemos elegir de quien nos enamoramos; en cambio, sí con quien compartiremos una vida. Lo que me lleva a pensar es que no sé si siempre esta elección que hacemos es fidedigna para nosotros. Porque no podemos tener total influencia sobre la otra persona. Creo que somos mundos independientes que pertenecen a una misma galaxia, vagando por ella en busca de otro mundo que nos complemente. En esta galaxia, llamada vida, muchos de nosotros deambulamos en ella sin interrupción ninguna, hasta que otra persona se acerca a nosotros, como un planeta se coloca al lado de otro y logra establecer una armonía en la marcha, yendo los dos de la mano al mismo paso. Pero como está verificado, las personas más influyentes en otras (mundos más grandes) suelen ejercer su fuerza de atracción sobre las menos influyentes (mundos más pequeños), atrayéndolos hacia ellos y colisionado ambos. De los dos, el más pequeño siempre tiene las de perder, excepto por algunas excepciones (personas que han creado una coraza indestructible). Cuando dos personas suelen salir de una relación, siempre hay una parte más dañada, que casi siempre suele ser la parte más débil (mundos más pequeños).
Por los sucesos que a continuación se darán, ella no pudo mantener una línea que le permitiese tener ese futuro que pensaba y tendría junto a su novio de la Italia. Tras chocar con exóticas realidades, su mundo se desarmó en tres pedazos, y aunque la llevó a tomar la mejor de las decisiones...
