Raimundo, con 24 años, acaba de terminar la carrera de Medicina y ha vuelto a Puente Viejo para quedarse. Francisca, de 22, se dedica a administrar sus tierras junto a su padre, Enrique Montenegro.
Ambos se conocen desde niños y la amistad inicial se convirtió en un amor puro e incondicional. Mantienen una relación consolidada durante años y han decidido dar un paso más comprometiéndose.
Han hecho planes de futuro, cada día se quieren más si cabe, están más felices que nunca organizando su próxima boda, esa con la que siempre han soñado... pero en ocasiones la vida, o mejor dicho, el ser humano, no lo pone nada fácil.
Os presento una historia de amor basada en la novela El secreto de Puente Viejo. Se centrará en los años que no se relatan en el libro ni salen en la novela.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.