Beth estaba muerta para todos, incluso su hijo pensaba que estaba muerta. Cuán equivocados estaban, además de vivir en sus corazones, también vivía en un lugar que le traía los peores recuerdos y si seguía ahí tan sólo lo hacía para ayudar a quienes le necesitaban y porque no sabía a donde ir. El rencor por la vida de Daryl le hace construir una piramide de mentiras donde se puso en la cima a sí mismo junto a su hijo Merle, cuando esa piramide se derrumbe el primero en caer será él mismo seguido por su hijo quién no sabrá si perdonar o marcharse para siempre...