-¿Siempre juntos? -Siempre Juntos -Me respondió- -¿Pase lo que pase? -Pase lo que pase. -¿Lo juras? -Lo juro. Lo único que lograba ver, eran sus lágrimas que recorrían sus mejillas y de sus mejillas a su cuello. Yo no quería demostrar mi tristeza por ese momento. Lo único que hice fue sonreír. Cuando le di el último abrazó, lo abracé como su fuera lo mas preciado en mi vida. Lo abracé cómo nunca. Entonces salió corriendo al auto. Mis manos se paralizaron, mis ojos se nublaron. A lo lejos solo escuché que me gritaba. No lograba escuchar lo que decía. Arrancaron en el auto. En ese momento sentía que era el fin del mundo y que en algún momento dejaría de respirar. Pero tenía que ser fuerte. Mi mejor y único amigo se había marchado, marchado de mi vida... Y yo sabía lo que seguía..