Guerra De Media Noche

¿Qué haces aquí? – Dijo Donna, con voz un tanto somnolienta. Lo siento es que no podía dormir y preferí venir a ver si podías dejarme dormir hoy contigo – Dijo Samantha, la hermana menor de Donna. Está bien Sam, pero recuerda que dentro de poco tendré que ir a París a estudiar y ya no estaré aquí, ya no seré más tu oso de peluche – Dijo la pelinegra, con un nudo en la garganta.
Sam solo asintió con la cabeza, y se acostó muy cerca de la pelinegra, la abrazo y unas tenues lágrimas corrieron entre las mejillas de esta, con la voz acongojada y fingiendo reír, pronuncio, losé estúpida, ahora tendré la habitación para mi sola; Donna, pensativa dijo – Te quiero, ¿Solo trata de no adueñarte de mis cosas, de acuerdo Sam?, ¿Sam?; La niña castaña se quedó dormida; Descansa hermanita – Dijo Donna.

Apenas abrió los ojos y pudo ver un radiante sol por la ventana, aunque quería seguir durmiendo sabía que tenía que levantarse puesto que tenía que ir a la oficina de la universidad para validar la beca que le obsequiaron. Se levantó como pudo, entró al tocador y salió lista, cogió su chaqueta y descendió por las escaleras, iba hacia la parada de autobuses, llegó el bus y se puse en camino, rumbo a la universidad, sumergida en el paisaje que le imponía la ciudad.

¿No imagine que la universidad sería tan grande? … Uhm quizá me cueste un poco adaptarme a esta vida– Dijo Donna sin entusiasmo.
Entro a la oficina del encargado, presento todos los documentos que le habían solicitado antes, y en un abrir y cerrar de ojos estaba firmando aquel prospecto que le garantizaba la estadía dentro de aquel lugar donde estaría el resto de su carrera.