Sábado, 7:00 am Suena la alarma de mi móvil, y sin esperar que transcurra mucho más de ese odioso sonido que hace que despierte de mi perfecto sueño, la apago. Me paso segundos, o quizás horas, sentada en el borde de mi cama pensando en la de cosas increíbles a las que quiero dedicar mi vida. Otras veces simplemente me siento a oír como el "tic tac" del reloj domina mis sentidos. En ambos casos, siempre me entretengo. Abro las puertas del armario, y cualquier cosa es perfecta a estas horas. Salgo de casa sin saber muy bien que voy a hacer. Para ser sinceros, salgo de casa sin tener la menor idea de a dónde me dirijo. Paseo durante horas sin saber por cuál de tantas calles me estaré perdiendo. Pero eso hoy no importa. 21:00 Empieza a oscurecer, y yo sigo perdida en alguna parte. Sin preocuparme por cuando llegar a casa. Sólo dejo que mi mente se pierda más allá que mi cuerpo, y que la brisa de la noche haga que me sienta libre.All Rights Reserved
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