Katelyn Sharman, la chica más popular y perfecta de la escuela, con sus mejores amigas Anne y Mickeyla también perfectas, Ethan, el novio perfecto.
Pero, espera, algo en su vida no es tan perfecto, sí, su familia. Mejor dicho ¿Qué familia?
Su papá quería asesinarla al nacer, por lo que su mamá decidió huir cuando estaba embarazada, apartándose de toda persona conocida.
A pesar de que su único familiar es su madre, no tiene buena relación con ella. Su madre nunca esta en casa y jamás le ha dado una señal de afecto o amor. Solo, lo económico, le daba todo tipo de regalos caros y lujosos.
Tenía una vida perfecta, a pesar de su pasado, pero bien, era casi perfecta, hasta que su vida dio un giro de 180°, tras que, el que creyó el mejor día de su vida, se convirtió en algo que no le desearía a nadie.
Su vida era más un desastre que perfecta. La poca confianza que le tenia a su madre se perdió al momento que la traicionó de la manera mas baja que pueda existir, aparte de eso, le hizo crecer con mentiras.
Perdió a su novio perfecto. Pero, a pesar de todo, sus amigas eran incondicionales, hasta que entraron a la universidad de New York y tuvieron que separarse.
Conoció Cameron Beckham su chispa de esperanza. Después de haberla salvado varias veces, y ayudarla con su pasado, ella se enamora poco a poco de él, pero él tampoco tiene una vida fácil, al inicio simplemente la quería apartar de él. Katelyn decidió conquistarlo.
" ...-O sea que soy afortunada de verte sonreir-
-No, eres afortunada de HACERME sonreir.-..."
¿Qué le hizo su madre a Katelyn?
¿Cuáles son los secretos de Cameron, él chico con hermosos ojos bicolor?
¿Qué pasará cuando Katelyn se encuentre con su padre?...
En la cima de la montaña, el aire es más frío y el silencio más ensordecedor. No es solo la nieve la que cae en el descenso, también lo hacen las certezas y los miedos. En el mundo del snowboard, cada salto es un riesgo y cada curva puede cambiarlo todo.
Sue Harper ha pasado su vida deslizándose entre expectativas y sueños, buscando algo más que aplausos: la certeza de que su lugar en la cima le pertenece. Pero cuando la línea entre la ambición y los sentimientos se vuelve borrosa, el verdadero desafío no está en la pista, sino en mantener el control cuando el corazón quiere lo contrario.
En un espacio donde la lealtad, la rivalidad y la libertad chocan como avalanchas, aprender a confiar puede ser más peligroso que cualquier caída. Porque el hielo guarda secretos, y a veces, lo más difícil no es llegar arriba... sino no perderse en el camino.