"Y es que yo amaba su forma de figurar en el mundo, la forma en que se hacía espacio entre la multitud e intentaba destacar a todo momento. La fascinante manera que tenía de expresarse; y es que no miento cuando digo que era delirante verle hablar, mover sus labios y remojarlos con la punta de su lengua. No le conocía de memoria, eso es cierto, pero digo con certeza de que no me molestaría tomarme el tiempo para explorarle, para recorrer y memorizar cada centímetro de su piel, para penetrar en lo más profundo de su alma; perforar sus recuerdos y hundirme en su memoria."