Además de los guardianes, que les brindan a los niños esperanzas, recuerdos, sueños, asombro y alegría; hay muchos espíritus elegidos por el hombre de la luna en todo el mundo. Yo soy una de ellos.
Mi nombre es Yaoke y soy el espíritu de los colores del cielo. No soy una guardiana, mi deber es pintar el cielo de sus espectaculares colores. Aparte de eso, sin embargo, no velo por los niños del mundo; por cuenta propia protejo a esos seres que, a pesar de que su brillo empiece a esfumarse, siguen teniendo un alma de niño escondida dentro de ellos, me encargo resguardar a los adolescentes. Si, como escucharon, yo los amparo. Me dedico a protegerlos de monstruos que pueden llegar a ser peor que Pitch Black y que son creados por ellos mismos...
Norte quiere descubrir cual es mi "centro" para entender mi necesidad de mantenerlos bajo mi ala, de la misma manera que cierto divertido, pero irritante guardián del invierno que por alguna razón decidió mantenerme como el foco de su atención, obligándome a ver su congelado trasero revoloteando constantemente cerca mio.
"-Maldición, Frost! Como no dejes mis cosas te juro que te pinto hasta el alma de verde!
-Demasiado pascuense, mejor pintala de azul.- Dicho y hecho. 5 minutos después el cuerpo entero de Frost, incluida su lengua, estaba pintado de azul."