-¡¿Porque no dejas que te ayude maldita sea?!-Grito El desesperado. -Desperdicias tu tiempo en mi.-Dijo Ella prendiendo un cigarrillo sacado de su bolsillo. -¿Quieres morir?-Pregunto El con los ojos cristalizados. -Ese es mi propósito.-Respondió Ella dandole una calada a su cigarrillo. Dicho esto el tiro ese cigarrillo al suelo, la tomo de la cabeza y le dio un suave beso sin importar el sabor de su boca, un sabor desastroso que hace asquearte, el sabor del cigarrillo en sus fríos labios.All Rights Reserved