Mi sueño siempre había sido ser fotógrafo. Me pasaba día y noche sacando fotos a todo aquello que me llamara la atención. Había conseguido unas prácticas en una universidad de las afueras de Seattle, pero nunca llegué. Tras el accidente que acabo con la vida de mi hermana pequeña y el coma que padecí durante un año de mi vida; un día me levanté y me di cuenta que, no solo había perdido a mi hermana, también había perdido la vista y las ganas de vivir. Era incapaz de valerme por mi mismo. Era incapaz de estar solo. Era incapaz de seguir adelante, pero la vida me pondrá un amor que hará ponerme al límite. Ella era capaz de cualquier cosa. Ella lo daría todo por mi. Ella me iba a mostrar el mundo con otros ojos. Ella lo había dado todo por mi y yo la había dejado escapar.