"Ella estaba allí, frente al mar, leyendo. Como siempre hacía. Era fría con los que se acercaban a ella. Los trataba mal, como si esas personas fueran las culpables de algo. Miró al mar unos segundos y volvió su libro. Tomé un sorbo de mi café, que ya estaba frío. Como ella podría ser una diosa? No. Tendrían que haberse equivocado. Pero no es así. Ella es. La diosa de la oscuridad.
Otra vez siendo ella misma. Otra vez siendo tan... malvada. Estaba seguro de que ella sería la traidora. Todo lo indica. Pero a la vez tiene... algo, algo inexplicable. Una luz en su interior. Algo que la hace buena con ciertas personas. Unas pocas. Por qué era tan... bipolar? No entendía. Por qué, de todos los protectores, me tocó a mí proteger a alguien tan indeciso y bipolar como la diosa de la estabilidad? Quiero decir, luz y oscuridad? De qué rayos hablan?
Dulce. Esa es la palabra que la describe. Estoy verdaderamente agradecido de que ella sea mi punto. Quiero decir, es fácil protegerla, es amable con todo el mundo, es hermosa... qué más puedo pedir? La luz siempre es buena, en mi opinión. Ella era tan buena persona. De verdad agradecía que ella fuera la persona a la cual yo tenía que proteger. "