-Nunca, nunca más me vuelvas a mirar a los ojos. -Dijo, mientras me mantenía agarrada por las muñecas, por encima de mi cabeza. -Nunca. -Volvió a repetir mientras su aliento golpeaba contra mí rostro. -¿Alguna vez te dijeron "te acabas de meter en la boca del lobo"? -Me preguntó y yo asentí un poco dudosa con mi mirada posada en sus labios. -Bien, pues esta vez te has metido en el nido de la culebra y nadie, ni nada, te van a salvar. >>>>>>Lee y descubre más sobre esta historia. Todos los derechos reservados.