Tal vez el hecho de haber crecido completamente en soledad en un convento de Montreal, Canadá, dejó a Valeria con un resentimiento hacía sus millonarios y refinados padres. Es por eso que al entrar a la Universidad comienza a vivir de verdad, fuera de la etiqueta y pose, libre, entre alfombras, pizza y posters de bandas. Y tal es que al conocer al profesor Adam tan ridículamente apuesto y misterioso, es cuando los sentimientos de Valeria se ponen de cabeza y más aún cuando se da cuenta de que los sentimientos de él también están de cabeza por ella. Pero, realmente sabemos que para el destino somos piezas de ajedrez que nos mueve de un lado a otro llevándonos a situaciones y a personas sin saber la razón por la cual las cosas pasan, a Valeria por ejemplo, la llevo a Sebastien Lefebvre a un reencuentro que no estaba esperado, después de años y darse cuenta de que ya se conocían de toda la vida, literal. Después de conciertos platicas y besos ilegales, Valeria debe decidir quien es el amor de su vida y como lidiar con sus remordimientos, miedos y fantasmas, comprendiendo cual es el costo de su felicidad.