Acompáñame, mi amor, a ésta lluvia de hojas oxidadas, a éste canto apagado y distante. Acompáñame, mi luna, a vivir entre desdichas, a morir entre grandezas. Acompáñame, mi sol, ayúdame a mantener vivo mi corazón errante. Acompáñame, mi vida, escápate conmigo entre fortunas y rarezas. Que nos lleve el inmenso mar o que nos lleve el imparable viento, pero acompáñame, amor mío, acompáñame por la eternidad.