¿Me quieres? - preguntó Sasha, mientras le daba otro gran sorbo a la cerveza, y llenaba nuevamente el vaso, hasta el tope, como su madre. No se cansaba, e iba a beber hasta recibir la respuesta de Eliezer.
Él la miró y se rió , levemente, mientras apaga el cuarto cigarrillo que se había fumado en esas tres hora, un gran record, considerando que antes podía fumar una caja completa, y querer más, como lo hacía su padre cuando peleaba con su madre. Trato de no verla a los ojos, pero, joder, si eran los ojos más bonitos del mundo para él, y eran los únicos que quería ver. Levantó la mirada.
- Quizás, Sasha.- dijo, con miedo, pero se arrepintió al ver la triste mirada de ella. - Me encantas, Sasha, me encantas como me encanta la noche, y como a ti te gusta el atardecer. - Reveló, prendió otro cigarrillo, cerró los ojos, y comenzó a fumar nuevamente, mientras ella, después de sonreír y con las mejillas rosas, seguía bebiendo.
Yo era la tipica chica antisocial, que le gustaba pasarse todo el tiempo con sus auriculares en los oidos, mi skate y mis libros favoritos; tenia 16 años, el cabello marron claro ondulado, ojos cajes y estatura promedio.
Después de los pasados dos meses de la muerte de mi madre, con mi padre nos fuimos a vivir a Sidney una parte muy linda de Australia, yo antes vivia en Londres donde tenia a mi mejor y unica amiga, con ella habia creado un monton de recuerdos, hasta el dia de la muerte de mi madre que fue cuando nos distanciamos. Tome la decision de comenzar un nuevo capitulo en Sidney, Australia y fue entonces cuando lo conoci, fue una de esas personas que nunca esperaste que llegara a tu vida y te la cambie por completo, también sus increíbles amigos que se habian transformado en una parte de mi vida y fue ahi cuando todo se volteo de nuevo...