Cuando Becca creía que su vida no podía ser más extravagante, comienza a tener sueños. Un par de ojos, una chica, cuervos y un bosque. Siempre lo mismo. Y al inicio del nuevo curso, cuando creía que todo permanecería igual que hasta ahora, empiezan a suceder cosas extrañas, imposibles de explicar. Sus hermanos y ella están acostumbrados a los secretos. Maison desconoce el estado en el que se encuentra. Nunca había experimentado algo así. Su cambio no pasará desapercibido, ya que normalmente este proceso se produce a los pocos años después de nacer. La repentina muerte de Carrie, la madre de Becca, años atrás, esconde una verdad que puede acabar con todo. Porque, la verdad, a veces se esconde en los mínimos rayos de luz, deslumbrantes sobre la oscuridad.