Toda historia tiene un final... pero en la vida, cada final es un nuevo comienzo. Que la historia termina al ver la palabra fin en los libros, o en los créditos musicalizados en las películas es solo una broma de mal gusto que nos han enseñado. Pues si bien la historia termina cuando Harry mata a Voldemort - ¡ups! Spoiler -, cuando Alicia despierta o cuando Wendy crece. En la vida real no es así. Y que mejor cosa hubiera deseado Evangeline que su historia acabara el día de su boda, o el día que tuvo entre sus brazos a su pequeña hija. E incluso hubiera pedido que su historia acabar en el día en que lo perdió en ese accidente automovilístico, para de esa manera evitar el dolor que provocó su perdida, así como ese pozo sin fondo en el que se ve ahogada. Pero si eso hubiera pasado, no solo estuviera muerta -porque nuestra historia termina en cuanto nuestro corazón deja de latir -, sino que no hubiera tenido la oportunidad de conocer a Gerardo. Un joven que al igual que ella, enviudo a corta edad, y quien tiene a su cargo a su pequeña hija. Nada en común salvo eso: la vida les ha arrebatado algo. O mejor dicho, alguien. Por lo mismo el destino decide ponerlos en el mismo camino para que tengan un nuevo comienzo en sus caóticas y desastrosas vidas. Un nuevo comienzo para disfrutar de las cosas que la vida ofrece. Porque cuando ella te arrebata algo, es porque te va a dar algo extraordinario. ¿Estarán dispuestos a apostar todo al amor? Obra registrada en SafeCreative 1606068088821 Prohibida su copia u adaptación
34 parts