Peter siempre deja su ventana abierta, danza en ropa interior y es un bromista compulsivo. Clarke siempre deja su ventana abierta, lanza libros a su vecino y hace lo posible por ser una buena hija. Peter y Clarke andan sobre los techos, gritan al mundo y caen cuando el otro lo hace. Sin Peter no hay Clarke y sin Clarke, Peter no es capaz de existir.