"Unos ojos grises me observaban atentamente, como si analizara cuál sería mi siguiente movimiento, parecían vacíos y sin vida. Esa chica tenía algo, todo ella se me hacía familiar, sentía como si la conociera de toda la vida, más nunca la había visto. Me miró por última vez, entre esas telas oscuras pude descubrir su leve ceño fruncido, noté su ojo derecho, este comenzaba a tornarse de un color azul claro, parpadeó y regresó a su gris lúgubre. Parecía conocerme, más eso no bastó porque lo siguiente que sentí fue su flecha atravesar mi hombro.
La vi avanzar entre la niebla, perdiéndose en la oscuridad de la noche. Segura de sí misma, sin trastabillar, como si dispararle una flecha a cualquier persona y dejarla en medio de la nada fuera algo completamente normal."
"El ducto se encontraba alborotado, se asimilaba a un gran huracán, como si quisiera destruir todo a su alrededor; ya no se veía ese hermoso color azul cielo que lo caracterizaba; el centro del mismo comenzó a teñirse de rojo, todos mirábamos anonadados, sin saber qué hacer. ¿Será una advertencia? ¿Algo amenaza la vida humana?
Todos me miraban, pacientes, esperando la orden. Miré por encima de mi hombro usando mi vista nocturna, algo nos seguía.
-Váyanse, ahora- todos me miraron incrédulos-. Tengo que cerrar el portal, es mi deber- dije, sabiendo muy bien las consecuencias de eso y que tal vez solo así se irían-. Llegarán bien, lo prometo.
Uno a uno empiezan a entrar, todos me miran al pasar cerca mío, confiando en mí.
Ella se detiene y niega repetidas veces con la cabeza. La encierro en mis brazos, abrazándola.
-Adiós- es lo último que digo antes de aventarla dentro del portal."
><Obra creada por mí, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia><
><Prohibida cualquier adaptación de esta obra sin mi consentimiento.><
DanaeYolo.
Lin Yi, un trabajador de oficina muy trabajador, murió una noche por exceso de trabajo. Cuando abrió los ojos de nuevo, se encontró en el cuerpo de un personaje que había sido carne de cañón y que había sido casado con un magnate como parte de una alianza comercial entre dos familias adineradas.
En este matrimonio, Lin Yi era prácticamente invisible. Su dominante marido nunca volvía a casa, dejándole sólo una asignación mensual de cinco millones de yuanes.
Lin Yi: ¡Qué buena oferta! ¡Es hora de vivir la vida como un adicto al sofá!
Aparte de eso, Lin Yi también tenía un hijastro llamado Huo Mianmian, un niño de tres años que era pequeño, suave y hermosamente refinado. Sin embargo, el niño generalmente era muy tranquilo y cauteloso con los demás, no se acercaba fácilmente a nadie.
Lin Yi no tenía que preocuparse por criar al niño, disfrutaba de su nueva libertad, su única preocupación era cómo gastar su dinero.
Cuando estaba feliz, compraba un inmueble comercial; cuando no estaba feliz, un coche deportivo...