Los «Quebec Nordiques», el equipo de hockey de la ciudad que el propio nombre indica, posee un grupo masculino, o... casi masculino, excluyéndome a mí, Michelle Collins, la única chica del equipo. Se suponía que no iba a haber ningún problema por meterme con el único objetivo de subir la media de partidos ganados. Se suponía. *** ✖ Obra sin corregir. --No se permiten copian completas, parciales ni adaptaciones de esta novela, gracias.--